Factores a los que nos enfrentamos constantemente como el estrés, cambios en la alimentación o la falta de ejercicio físico e, incluso, el uso continuado de medicamentos como los antibióticos, hacen que se produzca un desequilibrio en el ecosistema que forman las bacterias que habitan en nuestro intestino, y que puede provocar dolor abdominal, alteración en el ritmo intestinal o intolerancias alimentarias.
Los probióticos se están poniendo de moda ya que algunos estudios empiezan a corroborar que pueden ayudarnos a perder la grasa de nuestro organismo. Todo ello debido a que como son bacterias buenas tienen una serie de beneficios potenciales para nuestro intestino como facilitar la digestión y evitar el estreñimiento, entre otros, pero todavía hay más…
Según un estudio de la Universidad Laval de Quebec, Canadá, el consumo de probióticos ayuda a las mujeres a perder peso y no recuperarlo. La investigación se ha centrado en determinar si el consumo de los mismos podría ayudar a restablecer el equilibrio de la flora intestinal a favor de las bacterias que promueven un peso saludable.
De acuerdo con los resultados publicados en British Journal of Nutrition, en el que un grupo de personas se ofreció para realizar los estudios, los que eran hombres no mostraron mucha diferencia en la pérdida de peso. Sin embargo, entre las mujeres que participaron, las que tomaron probióticos experimentaron una pérdida aproximada de 4,5 kilogramos en un periodo de doce semanas.
Tras este periodo se hizo otro más de mantenimiento de otras doce semanas y todas las que no habían tomado probióticos mantuvieron su peso estable. Sin embargo, el grupo que los tomaba siguieron perdiendo más peso: en este caso unos 5 kilogramos por persona, lo que significa que los participantes que los consumieron perdieron un total de 9 kilogramos durante el periodo de 24 semanas que comprendió el estudio.
Algunos datos de interés
Otra de los hallazgos que observaron los investigadores fue una disminución de nuestra famosa hormona leptina, reguladora del apetito, y una concentración inferior de las bacterias intestinales relacionadas con la obesidad. La conclusión de todo esto es que los beneficios de estas bacterias probióticas era mostrar que tenían más probabilidades de éxito en la pérdida de pesoporque un intestino sano no acumula toxinas que al final traspasan las paredes intestinales, llegan al torrente sanguíneo y acaban transformándose en grasas (el cúmulo de toxinas nos da cierto malestar como dolor de cabeza, nauseas, flatulencias pero podría hacer algo más grave a la larga).
Otro de los grandes beneficios para todos los que tenemos la suerte de tener salud es hacer que no enfermemos, lo que se llama medicina preventiva porque el 80% del sistema inmunológico, que la mayoría de la gente desconoce, se localiza en el intestino. Por eso es vital cuidarlo (recordar que las mamás dan el pecho a sus bebés cuando nacen con el calostro colonizando su tracto digestivo con bacterias buenas para repoblar su intestino ayudando a crear las mejores defensas para el bebé). Eso mismo es lo que hacemos los adultos cuando ingerimos probióticos. (más…)
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