Es muy habitual el consumo de refrescos o bebidas refrescantes, tanto en casa como en terrazas, con amigos, etc. Y más ahora que se acerca la época estival y el calor.
Sin embargo, no se conocen muchos de sus efectos adversos en el organismo y conocerlos puede sumar motivos para, al menos, disminuir su ingesta.
Te damos una serie de razones para reducir el consumo de refrescos y beneficiar la salud o al menos, eliminar los riesgos que supone tomar refrescos como bebida cotidiana. Las siguientes razones están basadas en los refrescos cola, debido a que son los más consumidos:
1. Incrementan el riesgo de osteoporosis debido a que poseen ácido fosfórico que impiden la correcta absorción del calcio.
2. Aumentan el riesgo de sufrir caries debido al elevado contenido en azúcares simples, así como dañar el esmalte si se combina el azúcar con otros ácidos.
3. Pueden ser causantes de cálculos renales debido al contenido en oxalatos y ácido fosfórico.
4. Las sustancias químicas así como la gran concentración de azúcares y el PH ácido puede generar, si el consumo es continuado, gastritis u otras alteraciones a nivel digestivo.
5. Tienen efecto diurético y no colaboran con una buena hidratación.
6. Incrementan el riesgo de sufrir obesidad así como diabetes tipo 2 y problemas de corazón, ya que el jarabe de maíz está asociado con el síndrome metabólico.
7. Puede causar nerviosismo e insomnio si se consume en exceso debido a la cafeína.
8. No nos aportan nutrientes indispensables, sólo brindan calorías vacías.
9. El benzoato de sodio tiene posibles efectos secundarios, como asma y urticaria.
10. Las latas contienen una resina con BPA, un químico cancerígeno que debilita el sistema endocrino causando pubertad prematura y problemas reproductivos.
Estas son 10 buenas razones para comprender que los refrescos no deberían estar presentes a diario en nuestra dieta y mucho menos, ser la bebida escogida para hidratarnos o tomar habitualmente, pues pueden generar muchos más efectos nocivos de los que creemos y no sólo se debe al elevado contenido en azúcar, sino a sus compuestos químicos.
Por eso, lo mejor es reservar los refrescos para ocasiones especiales y a diario, escoger opciones más naturales y sanas como puede ser el agua o algún zumo de fruta si queremos algo más dulce sin sustancias perjudiciales.