El tiempo de ocio es aquel del que disponemos cómo y cuándo queremos. Es diferente al tiempo dedicado a actividades obligatorias como son trabajar, hacer las tareas de la casa, etc. El ocio debe tener, como toda actividad, un sentido y una identidad.
El «ocio saludable» es todavía un término más completo. No todo el ocio se puede considerar saludable. Se puede decir que cumple este requisito la parte de nuestro tiempo libre que disfrutamos en lo que queremos y que utilizamos para crecer como seres humanos y para alimentar nuestro cuerpo y nuestra mente en el sentido más amplio de la palabra.
Tendremos por tanto que aprender a relacionarnos con el tiempo de ocio y adaptarlo a una vida más saludable. Si estamos en un proceso de pérdida de peso y pensamos que salir puede ser un impedimento, lo primero que debemos hacer es plantearnos por qué tenemos esa idea. Somos seres sociales y, como tales, no podemos ni debemos prescindir de nuestra relación con el entorno, aún cuando queramos perder peso o mejorar nuestra relación con la comida.
El hecho de comer fuera ya se asocia a: comer comida diferente, comer más cantidad, tomar postre (y no suele ser fruta) beber alcohol… Y a frases como “me merezco disfrutar”, “por un día no pasa nada”, “hoy es el día para comer de todo”, “hoy sí beberé alcohol”, “no pido agua porque van a pensar que estoy a dieta”, etc.
Por eso vamos a daros, algunas soluciones:
Consejos para comer fuera de casa de forma saludable
1. Trata de llevar en el bolso o mochila algún tentempié saludable: frutos secos, frutas desecadas, fruta… De esta forma, si tu día se alarga y te pilla fuera de casa, podrás recurrir a ello en caso de que te entre hambre.
2. Si sabes dónde vas a comer, trata de reservar para no tener que esperar; de esta forma llegarás con menos hambre y evitarás beber y picar antes de comer.
3. Busca siempre un plato de verdura. Que no falte en la mesa, aunque sea para compartir.
4. Piensa en tu sensación de hambre real y pide las cantidades acorde a ella. Tener muchas opciones nos incita a pedir más y, como consecuencia, a comer más. En este caso, mejor que falte a que sobre.
5. Si compartes, sírvete la cantidad que quieras comer de cada cosa en tu plato, así podrás saber cuánto has comido de cada una en lugar de ir picando de forma inconsciente.
6. Intenta pedir que te sirvan las salsas o los aliños aparte, de forma que seas tú quien decida cuánto poner en la comida
7. Entre las técnicas culinarias de elección opta por salteados, plancha, guisos, cocciones, etc. NO se trata de no comer fritos, pues dependerá cuál sea su frecuencia de consumo en general. La regla es no abusar de ellos.
8. Elige la bebida. Nuestra recomendación siempre será AGUA.
9. Si decides tomar postre, puedes optar por alguno que tenga fruta. Pero si ese día decides pedirlo, puedes inclinarte por compartirlo.
10. ¿Café ó infusión? Lo que prefieras, eso sí: añade la menor cantidad de azúcar o edulcorante posible.
11. Los digestivos no son digestivos: el alcohol y la cantidad de azúcar que contienen, lejos de ayudarte a hacer bien la digestión, la dificultan y empeoran.
12. Por último, y más importante, recuerda DISFRUTAR.
Ser saludable no implica comer de forma aburrida. Elige de forma consciente, presta atención a tu cuerpo, pon todos tus sentidos en la comida y en el contexto, y deléitate en el momento.
¡Que aproveche!