KOSEI / Mª Teresa Alcalde
Consejos de belleza para protegerla (y mimarla) durante las vacaciones.
Hace unos días se comentaban los cuidados básicos de la piel sensible, en especial durante la exposición al sol. En esta entrada se abordan los cuidados después del sol y las cremas más adecuadas para las pieles sensibles.
Después del sol
Aunque hayas tomado todas las precauciones en la playa, la piel sensible necesita cuidados extra al llegar a casa. Date una ducha para eliminar los restos de fotoprotector. Te convienen las duchas cortas (2-3 minutos son suficientes) y con agua fresca o tibia. Evita el agua demasiado caliente porque debilita la barrera cutánea, que ya está alterada en las pieles sensibles.
¿Tienes picor generalizado? Si después de ducharte no puedes dejar de rascarte, sobre todo los brazos y las piernas, no desesperes porque se trata de un problema bastante común de sensibilidad. Puedes aliviarlo si haces algunos cambios en tu rutina de higiene:
· Sustituye tu gel de ducha habitual (es demasiado detergente y deshidrata la piel) por un gel de baño dermoprotector.
· El gel de baño adecuado para las pieles sensibles contiene tensioactivos que limpian con más suavidad y también activos antienrojecimiento como los extractos de regaliz y de rusco, y aceite de onagra, que es rico en ácidos grasos esenciales Omega-6 que refuerzan la barrera cutánea y mantienen la hidratación de la piel.
Truco: En lugar de extender el gel de baño con la esponja (el roce irrita a las pieles más sensibles) aplícalo directamente con la palma de la mano.
· A la hora de secarte, en lugar de frotar con la toalla ponte el albornoz hasta que la piel esté seca.
Truco: Si la piel es extremadamente sensible y los picores son muy intensos pulveriza agua termal por todo el cuerpo.
· Hidrata la cara y el cuerpo después de la ducha. Utiliza un producto para el rostro y otro específico para el cuerpo.
· Repite la aplicación por la noche para calmar e hidratar la piel antes de la próxima exposición al sol.
Las mejores cremas para la piel sensible
· La piel sensible no se “cura”, es decir, no deja de serlo. Sin embargo, puedes evitar la irritación y demás molestias de la piel si eliges los cosméticos adecuados.
· Usa cremas específicas para las pieles sensibles. Se formulan con pocos ingredientes (8-10 como máximo frente a los 20-25 ingredientes de las cremas convencionales) que además tienen gran pureza. En otras palabras, cuanto menos ingredientes tenga la crema que uses, mejor, así hay menos riesgo de irritar la piel.
· Elige fórmulas con calidad. La calidad tiene un precio y la piel sensible necesita fórmulas de calidad.
Afortunadamente, en la actualidad puedes encontrar todo tipo de cremas (hidratantes, antiedad, antimanchas, etc.) adecuadas para la piel sensible, de calidad farmacéutica y a precios excelentes.
· Lee las etiquetas. Antes de comprar o utilizar un cosmético -sobre todo si lo vas a aplicar directamente sobre la piel-, revisa detalladamente la lista de ingredientes que aparece en el embalaje. La lista incluye todos los ingredientes de la fórmula y es muy útil para identificar aquellos que van bien a tu piel (por ejemplo, el bisabolol, de acción calmante) y sobre todo, los ingredientes que no te convienen.
· Descarta las cremas que contienen ingredientes «problemáticos» para la piel sensible como los derivados del petróleo (parafina), la lanolina, los aceites esenciales, los conservantes parabenos, los colorantes y los perfumes.
· No cambies de crema con frecuencia porque puedes descubrir nuevos irritantes. Si una crema te funciona bien puedes usarla durante meses o años, es lo más adecuado que puedes hacer si tu piel es muy sensible y reactiva. Si necesitas una fórmula distinta (por ejemplo, una textura más densa para el invierno) elige otro producto de la misma línea cosmética.
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