Aunque parece que la vida ahora es más fácil que hace unos años, en cuestión de nutrición y salud estamos retrocediendo y a pasos agigantados. Comemos mal, dormimos mal, el estrés y el ritmo acelerado con el que vamos ha hecho que el ser humano enferme más.
Paradójicamente nuestros antepasados tenían más problemas para lograr conseguir alimentos, pero esto les mantenía activos, alerta, en movimiento… Los cambios en la industria alimentaria han hecho que ahora haya un aumento en el consumo de alimentos procesados, lo que trae enfermedades cardiovasculares, diabetes, etc.
Con esto no queremos decir que tenemos que regresar a salir a cazar, pero sí podemos comprar y comer alimentos frescos, reservar un día para preparar alimentos caseros, eliminar de nuestra dieta alimentos procesados, disminuir el consumo de cereales, harinas y azúcares…
Si te paras a pensar, cuando hablamos de mejorar los hábitos saludables muchas personas piensan en las limitaciones que tendrán, pero si no estás sano, si no te alimentas bien, te sientes pesado, cansado y muchas veces enfermo. ¿No hay mayor limitación que NO encontrarse sano física y mentalmente?