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octubre 31, 2017

Drenaje linfático y presoterapia

¿Qué es el drenaje linfático?
El drenaje linfático es una técnica de que consiste en aplicar diferentes presiones o masajes suaves sobre diferentes zonas del cuerpo (bien con las manos, o bien con un equipo de presoterapia) con el objetivo de mejorar la circulación de la linfa y el sistema linfático. La función de esta técnica es la de mejorar la contracción automática de los vasos linfáticos, ayudando a eliminar edemas y otras alteraciones derivadas de una mala circulación de la linfa.

El sistema linfático se encarga de transportar los deshechos derivados de la nutrición de las células hasta la sangre, que posteriormente los lleva hasta el sistema excretor para eliminarlos. Los edemas aparecen cuando el sistema linfático no puede depurar ciertas zonas, por lo que los líquidos y sustancias se estancan. La presión que se aplica durante el drenaje linfático ayuda a arrastrar los líquidos retenidos hacia el sistema circulatorio y la sangre. Además de transportar las sustancias de desecho de las células, el sistema linfático también actúa como defensa del organismo; esto se debe a los ganglios linfáticos, unas estructuras que se sitúan en varias zonas del sistema y que actúan depurando los agentes patógenos y neutralizando los daños que puedan producir.
El hecho de que se acumulen líquidos en los tejidos puede deberse a varias causas, como un mal funcionamiento del propio sistema linfático, natural o inducido (este último debido normalmente a una extirpación de ganglios linfáticos, algo frecuente en el tratamiento quirúrgico de ciertos tumores). También se pueden acumular líquidos por causas que no tienen que ver con la linfa, como en el caso de edemas venosos, lipedemas, edemas traumáticos, edemas durante el embarazo, cirrosis hepática, malnutrición, etcétera.

Beneficios para la salud del drenaje linfático
El drenaje linfático se utiliza en muchos campos. Por ejemplo, cada vez más en el área de oncología para el tratamiento de edemas traumáticos, linfedemas y complicaciones linfáticas derivadas de una cirugía. También se utiliza muy a menudo para tratamientos circulatorios o como refuerzo en tratamientos de pérdida de peso, celulitis, etc.

Los beneficios que aporta esta técnica son:
· Reactiva la circulación linfática y ayuda a eliminar el exceso de líquidos y sustancias de desecho del organismo.
· Reduce la inflamación derivada de la retención de líquidos, regulando el tono muscular.
· Contribuye a mejorar las defensas del organismo al favorecer la función de los ganglios linfáticos.
· Mejora el aspecto de la piel y combate enfermedades y afecciones como la celulitis o el acné.
· Tiene un efecto analgésico, por lo que también se recomienda en dolores derivados de enfermedades como la fibromialgia.
· Tiene un efecto relajante en el sistema nervioso, aliviando situaciones de estrés y ansiedad, pero también combatiendo los efectos de patologías como migrañas y vértigo.
· Mejora la circulación sanguínea (el sistema linfático se complementa con el aparato circulatorio) y ayuda a eliminar problemas derivados de una mala circulación, como las varices.
· Estimula la función renal.

Contraindicaciones del drenaje linfático
Aunque el drenaje linfático tenga numerosos beneficios sobre el organismo, en algunas circunstancias no es recomendable debido a los efectos que puede producir. Las principales contraindicaciones se dan en casos de:
· Infecciones agudas: mejorar la circulación de la linfa puede ayudar a que la infección se propague por el organismo.
· Flebitis y trombosis.
· Insuficiencia cardiaca: con el drenaje linfático se exige un esfuerzo cardiaco mayor, algo no recomendado cuando se sufre una insuficiencia cardiaca.
· Hipotensión arterial: después de una sesión de drenaje linfático, la presión arterial baja, por lo que no es recomendable someterse a esta terapia en casos de hipotensión previa.
· Inflamaciones agudas.
· Asma y bronquitis asmática aguda: el drenaje linfático, debido a su efecto estimulador sobre el nervio neumogástrico, puede provocar la aparición de una crisis asmática en individuos que sufran bronquitis o asma.
· Edemas linfodinámicos y desnutrición.
· Dermatitis y eccemas agudos.
· Tumores malignos.
· Síndrome del seno carotídeo: las personas que sufren esta patología tienen una hipersensibilidad del seno carotídeo que hace que su estimulación cause grandes cambios en la frecuencia cardiaca y en la presión arterial, por lo que el drenaje linfático no está recomendado en estos casos.

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