Ayer se celebró el “Día Mundial contra la Obesidad”.
Tristemente célebre, la obesidad es una enfermedad tan extendida que alcanza proporciones epidémicas a nivel mundial y cada año causa la muerte de, al menos, 2,6 millones de personas, según últimos datos de la OMS.
Se caracteriza por el acúmulo excesivo de grasa motivado por un desequilibrio entre las calorías ingeridas por la alimentación y las calorías que se consumen con la actividad física diaria. Éste desajuste no solo se manifiesta con un aumento de peso, sino que también conlleva la aparición de enfermedades asociadas (hipertensión, diabetes, dislipemias, etc.) que empeoran más nuestra salud.
Por ello, se insiste en seguir una alimentación adecuada y saludable a la edad y condición física, inculcando desde la infancia hábitos alimenticios correctos y la práctica de ejercicio físico como parte de un estilo de vida saludable.