KOSEI / Mª José Tous
Sólo el 43% de los consumidores –americanos- entiende el significado del SPF (sun protection factor). La fuente de este dato era un artículo publicado en la prestigiosa revista americana JAMA dermatology.
¿Sabes que significa el SPF?
Es el Sun protection factor o factor de protección solar y representa la protección solar frente a la radiación UVB responsable de las quemaduras solares. Es un número que nos da idea de la cantidad de tiempo que podemos estar en el sol sin riesgo de quemadura solar.
Este número NO es indicativo de la protección frente a otras longitudes de onda como el UVA o el infrarojo.
La radiación UVB es la responsable de provocar una serie de reacciones que dan lugar a la formación de la melanina y por tanto del bronceado. Entendámoslo bien, el bronceado es la forma que tiene la piel de protegerse frente a la agresión solar.
Importante también tener presente que la radiación UVB depende de varios factores:
La latitud en la que nos encontremos, como he dicho en otras ocasiones, no es lo mismo estar en Canarias que en Galicia. Los rayos UVB son mucho más intensos en Canarias (más próximo al Ecuador) que en Galicia.
La altura, en la montaña el UVB es más intenso que en la playa.
La época del año: el UVB es más intenso en verano que en invierno.
Hora del día: La radiación UVB es más intensa en las horas centrales del día, por eso se recomienda no exponerse al sol entre las 12 a las 16 horas, sobre todo en verano, porque es cuando el UVB es más intenso.
Números que aparecen como factor de protección
La actual normativa europea ha propuesto una recomendación para etiquetar el número que aparece en el factor de protección:
Baja protección: SPF 6-10
Protección media: SPF 15-20-25
Alta protección: SPF 30-50
Muy alta protección: SPF 50+Esto significa que ya no suelen aparecer en los etiquetados de los productos fabricados en Europa, los factores de protección 70, 80 ó 90, todos estos factores quedan recogidos en el valor 50+.
UVA
A diferencia de la radiación UVB, la banda UVA es independiente de la latitud, de la hora del día y de la época del año (verano-invierno), lo que indica que será la misma en Canarias que en Moscú. El UV-A es el responsable del bronceado directo sin pasar por el eritema, de ahí que sea utilizado en las lámparas para bronceado presentes en muchos gimnasios y salones de estética. Sin embargo, entre sus efectos negativos figura ser el máximo responsable del fotoenvejecimiento de la piel: de la elastosis (degeneración de fibras elásticas de la piel) y de la queratosis (engrosamiento de la epidermis o capa superior de la piel).
La recomendación europea indica que al incluir este símbolo, UVA encerrado en un círculo, el producto tiene una protección UVA que es 1/3 del factor de protección que aparece en el etiquetado.
Resistente al agua
Indicar que el producto es resistente al agua según la recomendación europea es indicativo de que el producto permite 2 inmersiones en el agua de 20 minutos bajo unas determinadas condiciones de laboratorio y que al secar el factor de protección será al menos un 50% del factor de protección original.
Sin conservantes
Significa que el producto No contiene conservantes según la legislación europea, pero sí contiene unas sustancias que ayudan a preservar la calidad microbiológica del producto, de lo contrario sería muy peligroso para la salud.
Fluido
El producto tiene una textura y una viscosidad que lo hacen fácilmente extensible cuando lo aplicamos sobre la piel, esto nos ayuda a que no queden áreas sin protector solar y que no nos suponga un sufrimiento aplicar el producto.
Invisible
Una de las quejas más habituales de los protectores de alto factor de protección es que muchas veces dejan la cara blanca, esto es debido a los filtros físicos (óxido de zinc o dióxido de titanio que llevan en su composición). En este caso hemos formulado el protector con un tipo especial de dióxido de titanio que no deja la piel blanca.
Matificante
Con esto nos referimos a que el producto deja un tacto seco, aterciopelado que no se nota sobre la piel, no deja una sensación pringosa o pegajosa sobre la piel. Conseguir este atributo es súper importante para asegurar que las personas introduzcan el protector solar dentro de su ritual de cuidados.